Por Felipe Ledezma
Mientras México atraviesa una reforma judicial, existe incertidumbre sobre cómo se llevarán a cabo los cambios. Es importante que la sociedad discuta activamente reformas más amplias que se han retrasado durante décadas. Es crucial que la nación reflexione sobre su futuro mientras lucha por definir su legado para las generaciones futuras.
Los expertos enfatizan que esta es una oportunidad crítica para el diálogo y las propuestas innovadoras, en lugar de la aceptación pasiva. El objetivo es crear una sociedad más justa que satisfaga las aspiraciones de todos los mexicanos y fortalezca la capacidad de respuesta del estado a sus ciudadanos.
Crecimiento económico y equidad social: la necesidad de reformas estructurales
La economía de México ha pasado por varias reformas en las últimas décadas. Sin embargo, todavía hay brechas significativas que obstaculizan el crecimiento económico y la equidad social. Abordar estos problemas requiere reformas estructurales integrales en varias áreas clave:
Reforma fiscal integral
Racionalización de impuestos: México depende en gran medida de los ingresos petroleros y tiene una recaudación fiscal relativamente baja en comparación con otras naciones de la OCDE. Se necesitan fuentes de ingresos públicos más amplias y una base impositiva más amplia.
Lucha contra la evasión fiscal: se necesitan medidas más estrictas para frenar la persistente evasión y elusión fiscal.
Tributación progresiva: el cambio hacia un sistema tributario más progresivo garantizará que los sectores de mayores ingresos contribuyan con una parte más justa.
Reforma del sistema de pensiones
Sostenibilidad: las reformas actuales de las pensiones son insuficientes para garantizar una jubilación digna para muchos trabajadores. Se necesitan mayores contribuciones y una cobertura más amplia.
Acceso al sector informal: es fundamental mejorar el acceso a las pensiones para los trabajadores de la economía informal, que constituyen una gran parte de la fuerza laboral.
Reforma laboral
Formalización del empleo: se necesitan políticas para que los trabajadores del sector informal pasen a un empleo formal con mejores condiciones y acceso a la seguridad social.
Salarios dignos: aunque se han producido aumentos del salario mínimo, muchas regiones aún consideran que los salarios son insuficientes para satisfacer las necesidades básicas.
Fortalecimiento de los derechos laborales: Es necesario mejorar la aplicación de las leyes laborales para proteger a los trabajadores, especialmente en las industrias propensas a la explotación.
Reforma del sistema educativo
Educación de calidad: La inversión en una educación de mayor calidad y equitativa es vital para impulsar la competitividad. La reforma de la formación técnica y vocacional abordará las brechas de habilidades entre los graduados.
Asociación con el sector privado: La colaboración entre las instituciones educativas y las empresas puede crear programas alineados con las demandas del mercado laboral.
Reforma energética
Enfoque en energías renovables: Avanzar hacia una estrategia de largo plazo centrada en la energía limpia y renovable es esencial para cumplir con los compromisos ambientales y garantizar la sostenibilidad.
Mayor competencia: Una mayor participación del sector privado en el sector energético podría mejorar la eficiencia y reducir los costos.
Reforma del sector de la salud
Acceso universal: A pesar de las mejoras en la cobertura de salud, siguen existiendo disparidades significativas en el acceso, en particular en las zonas rurales y marginadas.
Financiamiento adecuado: Es fundamental aumentar la inversión para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud de calidad.
El camino a seguir: voluntad política y compromiso colectivo
La implementación de estas reformas estructurales requiere una fuerte voluntad política y un compromiso con la ejecución equitativa. En este momento en que México se encuentra en esta encrucijada, el enfoque debe estar en movilizar la participación social para impulsar reformas integrales que impulsen el crecimiento económico y promuevan la justicia social.
El futuro de México depende de la capacidad colectiva para enfrentar estos desafíos, creando una nación más dinámica, equitativa y competitiva en el escenario global. El momento de debatir y actuar es ahora, para garantizar que las aspiraciones de hoy den forma a un futuro más brillante para todos los mexicanos.
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